miércoles, 19 de octubre de 2016

Azucar y Sal

Otra vez más me he acercado a pegar unos varazos, como aquel que acude a la parroquia.
Ayer me acerqué hasta uno de los bonitos e inmensos pantanos que tenemos aqui en nuestra tierra, "Euskal Herria", tierra que tanto amo y que tanto me enorgullece.
Las capturas no fueron,  como de costumbre, las que esperaba pero la paz y sosiego que encuentro cada vez que tengo una caña de pescar en la mano, no me lo da nada. Sensación indescriptible.







Hoy en cambio me he decantado por ese olor a salitre y alga en descomposición, que tan necesario es en mí.
Ellas no han aparecido pero yo seguiré estando allí, al pie del cañón.






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